En República Dominicana, desde los inicios del movimiento izquierdista por los años cuarenta, la doctrina marxista era desconocida en el seno del pueblo. Sólo los  letrados y atrevidos  izquierdistas tenían acceso a las ideas de Marx, y  por ello, gozaban del status que, en sus medios, les ofrecía el ser conocedor de tal doctrina. 

Hoy, después de setenta años y cientos de mártires, la doctrina marxista, la que propugna una mejor vida para la clase trabajadora en una sociedad más equitativa, todavía es desconocida en el seno del pueblo Dominicano. 

Y peor aún, entre el reducido número de dominicanos que hoy conocen de tal doctrina,  hay varios que la han abandonado, bajo la creencia de  que el marxismo ha perdido el aire exótico y la vigencia que disfrutaba en la segunda mitad del siglo anterior.  

Muchos de estos dominicanos se han rendido, convirtiéndose en serviles del capitalismo empobrecedor y por ende, enemigos públicos de la clase trabajadora y el campesino Dominicano. 

Sin embargo, los acontecimientos  ocurridos en la última década como resultados de la “globalización de los recursos”  y la” concentración de los beneficios” implementada por la oligarquía  a través de sus “multinacionales”  han puesto en duda la creencia de que, como dijo Leonel Fernández,  “el marxismo ya no sirve.”  

El desmoronamiento económico a nivel internacional causado por un sistema que exige el continuo incremento de las ganancias sin considerar el aspecto social o la situación social de los obreros,  ha causado que  cientos de miles de ciudadanos vuelvan a considerar la doctrina marxista. 

Pero, ¿qué es el marxismo? 

Para los desinformados y para los enemigos del pueblo, el marxismo es una doctrina maligna. Una doctrina que propugna por el derrocamiento del sistema establecido  usando medios siniestros  para imponer, de la noche a la mañana un sistema político diabólico y tiránico que, eliminando los derechos básicos de los ciudadanos, encarcelará a todos los que intenten oponerse a  las políticas y caprichos de los cabecillas en el poder. 

Para los soñadores, como dijo el español Andrés Nin Pérez (1892 – 1937), el marxismo es “la caída espectacular del régimen capitalista en virtud de un acto de fuerza breve y certero y la sustitución casi automática del viejo orden de cosas por una sociedad más justa y más humana, surgida de la noche a la mañana, con todos los atributos de un mecanismo perfecto y regular.”  

Pero, ¿qué es el marxismo para el obrero y el campesino dominicano?

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 ¿Que pueden aprender los proletarios dominicanos de los ejemplos de revoluciones fallidas o truncadas?

 ¿Cómo podrán, los obreros y los campesinos dominicanos,  dirigir una lucha de clase que no entienden?

 Y además, ¿será  posible aplatanar o  hacer un  mangú de marxismo, de forma que pueda ser digerido por los que más se beneficiarían de tal doctrina económica y social?

 Es nuestro deber educar al pueblo.

 Es nuestro deber proveer al proletario con el arma de la educación para que puedan defenderse, combatir y vencer a los que los oprimen, a los que los explotan, a los que los esclavizan. 

En nuestro país, hasta que el proletario dominicano no se eduque, hasta que no entienda su posición dentro de la sociedad capitalista que los esclaviza,  hasta que no entienda su posición histórica y su destino como protagonista en la lucha de clase, tendremos en dominicana una clase obrera que cada cuatro años tratará de cambiar de Master o Amo.

 ¡Obreros dominicanos, educaos! 

¡Obreros dominicanos y de todo el mundo uníos! 

 Santo Domingo, R.D., domingo 19 de Febrero de 2012.


Nota: Te invito a leer Un Marx para America Latina

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