Revisando nuestra historia de endeudamiento es fácil notar que casi todos los representantes del Estado Dominicano cedieron o firmaron onerosos contratos dañinos al patrimonio quisqueyano”.

Todos usaron, y aun usan, “el fiao” o “los bonos” para costear “sus programas de gobierno” y, en el peor de los casos, para cubrir déficit presupuestario como ya es costumbre en el gobierno de Danilo.

Muchos indicaron que “el fiao” era necesario para resolver los principales problemas que afectaban   la población  y para cumplir con las responsabilidades del estado,  siendo  la prioritaria, el pago de los intereses que generan esos “fiaos”.

Algunos, fueron o son tan descarados que, se atrevieron a manifestar que “el fiao” abriría las puertas del progreso, al país y las del bienestar económico a los dominicanos.

Hoy, después de 68 años de tener US$0.00 como balance (Trujillo pagó la deuda externa en julio del 1947), nuestro país ha llegado a endeudarse por más de 30 ,000 millones de dólares. ¡Un promedio de 441  millones de dólares por año! (hace 5 años el promedio era de 142 millones de dólares por año!).

¡Cada dominicano debe más de 130, 000 pesos! (hace cinco años cada dominicano debía “solamente” 25,000 pesos!)

¡Y eso es sin contar la deuda privada!

Y ¿Dónde están los resultados de esas inversiones, especialmente las inyectadas en los últimos cinco años?

¿Dónde se usaron esos recursos?

¿En mejorar el Sistema de Salud o en comprar presidencia y reelección?

¿En la erradicación del analfabetismo o en las mansiones de los políticos corruptos? ¿En la erradicación de la pobreza o en cuentas personales de las ratas que nos gobernaron?

¿En el adecentamiento del sistema de salud o en las casa de veraneos de los depredadores de la nación?

¿En la solución del problema energético o en bancos extranjeros?

¿En el mejoramiento de los servicios públicos o en yates y jets privados o en relojes de lujo?

¿En la eliminación de la corrupción o en el mantenimiento de miles de botellas o parásitos de la sociedad?

¿En el afianzamiento de la democracia o en la legalización de la cuasi-esclavitud?

¿En la modernización del estado o en modernas formas de estafar al dominicano?