Quien controla la educación controla al pueblo.

Los nuevos resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos, PISA por sus siglas en inglés,  colocan a la República Dominicana en los últimos lugares en Ciencias, Matemáticas y Lectura, mientras que el Índice Global de Competitividad 2016–2017elaborado por el Foro Económico Mundiales nos coloca entre los 10 países más corruptos del mundo.

El reporte PISA, aunque no ha asombrado  a ningún dominicano, ha puesto a la defensiva los representantes del gobierno peledeista quienes tratan de justificar la infausta participación de nuestros jóvenes en la evaluación internacional.

Ellos alegan que “los resultados eran previsibles ya que en todas las pruebas anteriores, a nivel regional, República Dominicana siempre ha ocupado el último lugar”. También argumentan  que los estudiantes evaluados tenía 15 años de edad  y que “el cuatro por ciento se implementó hace apenas cuatro años“.

Esta administración pretende limpiarse las manos con excusas, falsedades y, continuando con “lo que siempre se ha hecho”, con promesas demagógicas que les garanticen la permanencia en el poder.

Todos los dominicanos, desde los de edad escolar hasta los de 20 años de edad, han sido “educado” en un sistema controlado directamente por el partido en el poder. La influencia y control absoluto de los gobiernos peledeistas comenzó en el 1996 con el gobierno de Leonel y perdurará más allá del 2020 si no se producen cambios drásticos a nivel social y económico.

Entendiendo que quienes controlan la educación controlan la voluntad del pueblo, el PLD, el PRD y sus satélites “revolucionarios” decidieron, sin remordimiento, seguir las pautas y estrategias neoliberalitas que produjeron el abandono, y el subsecuente colapso del sistema educativo dominicano.

No es coincidencia que, desde la llegada del PLD al poder, la delincuencia a nivel nacional haya alcanzado niveles insoportables. Tampoco lo es el nivel alcanzado por el cáncer de la corrupción gubernamental.

El colapso educativo y el alto índice de pobreza crearon las condiciones propicias para que, además de la delincuencia y la corrupción,  también aumentara la marginación, la desigualdad, la violencia familiar, la violencia contra la mujer, la prostitución infantil, los embarazos y nacimientos prematuros, los abortos, la xenofobia,  la homofobia y el número de ciudadanos encarcelados.

La danza de millones creada por el 4%, aunque con buenas intenciones, sólo ha agigantado el poder de corrupción dentro del sistema que ha visto crecer las contratas y los “mordiscos” en forma exponencial.

El valor real usado directamente en beneficio de nuestros  estudiantes es desconocido pero, por los reportes sobre las edificaciones costeadas con el 4%,  deducimos que es mínimo.

Las promesas demagógicas no han faltado.

El 5 de febrero del 2001, el entonces presidente de la república, Hipólito Mejía declaró que “la educación es la vía esencial que tenemos para librarnos permanentemente de la pobreza. Es también la vía para alcanzar el crecimiento económico con equidad que conduce al desarrollo integral”,

En el 2005, Leonel Fernandez dijo que “la educación dominicana está en una crisis preocupante”, y prometió actualizarla ofreciéndole al país computadores en todas las escuelas públicas, educación “bilingüe” en todos los rincones del país y educación “obligatoria” y gratuita hasta el bachillerato.

En el 2013, el Presidente Danilo Medina, declaró que va a “empezar a enderezar el rumbo de nuestra educación, tan mal calificada por las evaluaciones internacionales.”  Y en su discurso de 27 de febrero del mismo año anunció su “lucha contra la pobreza y la desigualdad.”

Las anteriores declaraciónes demuestran claramente las voluntades demagógicas, los farsantes deseos y las corruptas medidas con que los gobiernos de los último 20 años, ignorando sus orígenes y traicionando la voluntad popular, han convertido a la República Dominicano en el país que ocupa el primer lugar en corrupción y el último en educación.

El reporte PISA, los resultados del estudio sobre la  Competitividad 2016–2017 y los “buenos deseos” de nuestros presidentes ponen al descubierto que los problemas políticos, sociales y económicos del pueblo nunca serán solucionado por partidos y/o instituciones que representen el inhumano y destructor sistema capitalista.

Sólo un movimiento nacido en el seno de la clase trabajadora tendrá la moral suficiente  para prometer los cambios que amerita el pueblo.

Sólo un movimiento dirigido por mujeres y hombres con historial de denuncia y rechazo a las demagogias continuistas podrán rechazar la tentación del poder imperialista

Sólo un partido que, consciente del materialismo histórico, sea capaz de seguir los mandamiento básicos del socialismo podrá iniciar los cambios necesarios para garantizar el bienestar y la felicidad del pueblo.

Por lo anterior me pregunto, ¿qué estamos haciendo los izquierdistas dominicanos para liberar al pueblo de sus cadenas?

Si es cierto que quien controla la educación controla la voluntad del pueblo ¿no deberíamos, todos los que nos quejamos del sistema educativo, comenzar a educar?

Felipe Lora

23 de Diciembre de 2016