Soy dominicano y conozco las virtudes y las debilidades de nuestro pueblo. Nos gusta cacarear los huevos mas de la cuenta. Somos débiles ante el impulso de compartir con los demás las primicias que nos llegan poniendo en juego nuestra credibilidad.Somos maestros de los rumores los que, como ente viviente, crecen y crecen de boca en boca.
A veces, para convertirnos en el centro de atención, los agigantamos, a sabiendas de que nuestra popularidad será pasajera, pues no pasará mucho tiempo antes que alguien, con mayor imaginación, le inyecte escenas de suspenso convirtiéndonos en “periódico de ayer.”
Conocemos el aire de superioridad que sentimos al sabernos poseedores de tal información. Pecho en alto, salimos al vecindario y como un buenos pregoneros, no perdemos la ocasión al acércanos a alguien, disparándole la irresistible frase de: “¿Oíste la última?”, ¿Oíste la última?
¡Hipólito aceptó la derrota bajo presión de los Gringos!
¡Si no es por Menéndez, un Representante al Congreso por New Jersey que llamó a Collin Powel, el Secretario de Estados de los Estados Unidos aquí no se supiera quien ganó o se estuviera peleando!
¡Dizque habían 4 Generales con 50,000 hombres armados preparados para mantener a Hipólito en el poder, pero por suerte Collin Powell llamó al Embajador de US en RD y se hizo una reunión URGENTE en el que decidieron poner de mampara a Monseñor Agripino Núñez para que no se viera que era una ORDEN de Estado Unidos!
¡Lo que esos generales no sabian es que cientos de oficiales jóvenes estaban listos para defender el triunfo de Leonel!
¡Monseñor Agripino Núñez Collado, el presidente de la Junta Central Electoral, Luis Arias, el embajador de Estados Unidos, Hans Hertell, y los embajadores de Canadá, la Unión Europea, de España y Alemania, los observadores de la OEA, encabezados por Santiago Murria decidieron hacer una declaración pública para amedrentar a los encargados del AUTOGOLPE.
¡ Ah, lo del TAPON en la Junta, eso era parte del plan B para parar el conteo como en 1978!
Dizque todo fue planeado por Pepe Goico, Franco Badía, Hernani Salazar, Guido Gómez Mazara, Víctor Céspedes, Luis González Fabra y Fafa Taveras quienes contaban con el apoyo de Hipólito, que por presión de los Gringos se echó pa’ tra”.
Todo terminó cuando Hipólito habló al pueblo aceptando la derrota.
Eso sí, esto que te digo es confidencial. No se lo diga a nadie …
¿Oíste la última? Bla, bla, bla, bla.
Rumores o no, el pueblo merece y debe exigir con lujo de detalles lo que realmente sucedió el 16 de Mayo. ¿Se convirtió Hipólito, de la noche a la mañana, en un demócrata o en un cobarde que no tuvo el valor de seguir con su maquiavélico plan. ¿Fue obligado, por amenazas, a admitir la derrota, o decidió evitar el baño de sangre que ocurriría como resultado de la inevitable guerra civil?
El Pueblo merece una explicación.
Felipe Lora
20 de Mayo del 2004