Después de larga jornada,
Cansado y con mucho estrés,
Regresé como a las 3
Y encontré el plato sin nada.
Mi madre muy agitada,
Entre llantos y oraciones,
Sollozó sus bendiciones
Susurrándome al oído:                   
“Nunca te des por vencido
Ni pierdas tus convicciones”.

Entre lágrimas y con prisa
Contamos el menudeo
¡Esto da para fideo!
Exclamó con gran sonrisa.
“Come pronto, date prisa
Pa’ que puedas madrugar
Si es que quieres evitar
La competencia mezquina
Que se da en tu esquina
Y que te hace llorar”. 

La meta ya estaba clara
Y el ánimo bien alto
Por eso llegué de un salto
Antes de que se llenara.
Permití que se mezclara
El agua con el jabón
Y la esponja y el jarrón
En su lugar indicado
Me sentía preparado,
Para comenzar la acción. 

Me enfrenté a un heladero,
Y a una “paría” con ocho,
A un tuerto y a un  mocho,
Al loco y al manicero.
También enfrenté al perrero
A un manco y al “lisiao”,
A la ciega, al “jorobao”,
Al cacú y  a la “preñá”,
A la bizca desgreñá
Y a un viejo “acostao”. 

Pero el más aborrecible
Es el chofer imprudente
Que con palabras hirientes
Me causa un daño terrible.
Con una actitud impasible
Y cualidades “supremas”
Me juzga de forma extrema
Por el servicio que doy
Y se olvida de que soy
Un producto de su sistema. 

Pa’ Danilo y su gobierno
Yo soy una maldición
Y la discriminación
Para mí son diez infiernos.
Más los que desean no vernos,
Muchos de ellos sin carnet,
Nos echan a los de AMET,
Pa’ que a la cárcel que no_arrojen
Evitando que se enojen
Los que viven en Chalet.

Felipe Lora
19 de septiembre del 2013