Aunque nací en el 1960 no pude asistir a la Escuela del batey porque debía cuidar a mi hermanita, atender la casa y cortar caña durante la zafra. Tampoco tenía Acta de Nacimiento.

Mi hija Gladys, nacida en el 1985,  se graduó de la primaria con honores pero no la inscribieron en la intermedia por no tener  la “documentación” necesaria.

En el 2005 nació mi nieta Karla,  aunque nació en un hospital público, tampoco pudo asistir a la escuela.

La razón fue la misma.

Mi hija Gladys no pudo obtener el  certificado de nacimiento de mi nieta Karla por la misma razón de que yo no pude obtener el suyo. Sin certificado de Nacimiento mi hija no pudo “sacar” la Cedula y sin cedula ella no pudo declarar el nacimiento de su hija.

nina haitiana2La terrible situación burocrática por la que atraviesan mi nieta y mi hija es una fiel copia de la situación que enfrenté yo y que también enfrentaron mis padres.

Mi segunda nieta de 5 años,  ya sabe contar y reconoce la mayoría de las letras. Sabe escribir, con dificultad, las palabras Mamá, Papá y conoce los sonidos fonéticos de muchas de las vocales doble (ch, pl, tr, pr, etc.).

Lo que mi nieta  no sabe es que mis padres, descendientes de braceros haitianos,  no pudieron “declararme” y por tal razón no pude asistir a la escuela ni sacar la Cédula requerida para poder obtener el Acta de Nacimiento de su mamá, quien,  sin Acta de Nacimiento, no pudo continuar con su educación intermedia ni pudo declararla para que ella pudiera asistir a la escuela.

No, mi segunda nieta no sabe que no tiene Acta de Nacimiento y que por tal razón nunca podrá asistir a la escuela. Sin embargo, lo que más me entristece es que  ella no sabe, que en nuestro país, ella no existe.

Nota: Los personajes son ficticios pero los hechos son reales y numerosos,.. Fotos tomadas de acento.com

Felipe Lora

19 de junio de 2015